El único tour que combina el encanto del descubrimiento con el ocio de un día de playa a bordo de un mítico FIAT 500.
Partiendo del populoso barrio de Testaccio, visitaremos los restos del antiguo puerto del Emporio, activo desde la época romana, punto de desembarque de las mercancías que, desde el puerto de Ostia, remontaban el Tíber en barcazas.
Aquí se encuentra un sitio arqueológico único en su género: el Monte dei Cocci, un vertedero utilizado por los romanos para deshacerse de las ánforas utilizadas para el transporte de mercancías. Gracias a las excavaciones realizadas a finales del siglo XIX, fue posible reconstruir la historia de esta montaña artificial: los fragmentos se dispusieron en un orden preciso para crear una enorme pila cuyos restos aún hoy son visibles. A lo largo de los siglos, este distrito se utilizó primero como asentamiento residencial para los trabajadores de las industrias pesadas cercanas y luego, a partir de la década de 1980, se convirtió en un centro cultural generalizado. Hoy Testaccio alberga una Universidad, varios museos y una escuela de música popular, así como numerosos clubes nocturnos. A poca distancia de Testaccio, hay un monumento funerario en forma de pirámide, erigido en el año 30 a. después de la anexión de Egipto a Roma, y todavía perfectamente conservado hoy.
El barrio, tan interesante desde el punto de vista histórico, alberga un importante ejemplo de street-art: la obra creada por Blu que reviste todas las fachadas de un antiguo cuartel entre la basílica de San Paolo Fuori le Mura y el barrio de Garbatella, un ‘antiguo pueblo popular infame, que ahora se ha convertido en una zona residencial.
A partir de aquí comienza una maravillosa aventura: descubriremos toda la zona de Lido di Ostia. Una inmensa zona verde que llega hasta el mar formada por un pinar de origen romano cuya historia cuenta la sucesión de siglos desde la época romana hasta nuestros días.
En esta zona también hay un Borghetto y el castillo de Julio II, terminado a finales del siglo XV y utilizado como aduana papal en Roma para regular el flujo de mercancías desde el puerto cercano. No muy lejos, la zona arqueológica de Ostia Antica, un asentamiento romano del siglo IV a.C. que alcanzó, en su máximo esplendor, los 75.000 habitantes. Hoy se presenta como un lugar mágico, donde los restos de la ciudad romana se funden con la naturaleza que llega hasta el mar con sus dunas, acumulaciones de arena arrastradas por el viento que favorecen el desarrollo de una frondosa vegetación presente todo el año.
La última parte del recorrido nos conducirá al descubrimiento de la arquitectura racionalista del EUR, el distrito construido para albergar la exposición universal que nunca se llevó a cabo debido al estallido de la última guerra mundial. Este barrio también alberga otros ejemplos de arquitectura fascista: la plaza Coliseo, creada para celebrar el 20 aniversario de la Marcha sobre Roma y para celebrar el desarrollo urbano hacia el mar.
Un recorrido entrañable, el único que logra aunar cultura y relax en un día inolvidable.